31 de 52 maneras de disfrutar entre NZ y Australia

     Esta semana empezó en Queenstown, en la isla sur de NZ. Si, donde más frio hace, y en invierno. Menos mal que somos las mejor preparadas de la historia y llevábamos de todo para frío, calor, viento, lluvia o lo que se terciase: bufanda, bikini, paraguas, pijamas de invierno y verano, calcetines de lana, chanclas, botas, camisetas de tirantes, térmicas, jerseis de lana....

     Y una de las mejores cosas de viaje fueron las vistas desde el avión. Una pasada. Pero con los cristales sucios y rayados del avión no salían fotos ni medio buenas...

     Y aquí vimos otro kiwi más, tras los dos de Taupo aunque esta vez era enoooooorme y de mentira, cómo no, si no deben de existir.

     Estuvimos en Wanaka y Arrowtown, este último donde buscaban oro, que era totalmente del oeste americano, nada de Nueva Zelanda. Y allí, además de comprarme un medidor de cantidades de comida retro precioso, ver gatos negros y un asentamiento chino, encontré esta bici tan chula y oxidada. 

    También fuimos a Milford Sound un viaje en bus muy largo y bonito, en el cual nos encontramos con Laura Cámera, una amiga de la facultad. Si, en el otro lado del mundo. Inesperadamente. Mola, ¿no?

     Además, paramos en sitios alucinantes, me encantaron los mirror lakes, en los que hasta que empezó a lloviznar se reflejaban perfectamente las montañas y bosques de alrededor.

     Y pasamos por unos valles impresionantes, este era glaciar, como la mayoría aquí y era muy grande, plano y largo.

     El viaje terminó muy bien, y tocó despedirse de nuestros amigos de Auckland, subiendo a la Sky Tower con Vin y Naoko. ¡¡¡Y camino a Australia!!!!

      Y tras aterrizar en Cairns de noche y llegar al hostel sin ver nada... nos encontramos como quien no queire la cosa en esta playa!!

     Qué gusto llevar pantalón corto y chancletas en Agosto, ¿que no? Eso sí, estábamos más pálidas que para qué. Y como teníamos planeado, nos fuimos a la gran barrera de coral. Ouuuh yeah. A conocer a Nemo y a Dory.

     Y yo orgullosísima de mi cámara acuática sumergible hasta 3 metros, sin tener que alquilar un bicho enorme y carísimo.

     Que buenas no serán las fotos, pero son un recuerdo y a mi me gustan!! ¿Y veis que cerca estaban los corales? Un lujazo lleno de peces de miles de colores brillantes y almejas gigantes. Impresionante.

     Y para cerrar el post, y volviendo a NZ (Porque los 3 días en Cairns estuve también de vacaciones fotiles, y saqué poco a Cloe...) la foto de la semana. Un robado con el 50mm de una pareja en el parque de los freesbees en Queenstown, llena de amor.

     Venga venga venga, ¡que estoy que posteo a toda velocidad! ¡Hasta pronto!