Cuando quieres realmente una cosa,
todo el Universo conspira para ayudarte a conseguirla.
Paulo Coelho
Días agridulces, aunque lo dulce me puede demasiado. Tantas ganas de compartir, de que los cepillos de dientes se junten. Y desde este (gran) año, cada vez está más cerca. Tan cerca tan cerca, que el día de la foto paseamos juntos hasta allí. Tan cerca, que mañana será un buen día. El día que estaba esperando. Y que ha llegado por diferentes circunstancias antes, mucho antes de lo que jamás pensé que fuera posible. Y es que se alinean los planetas. O es luna llena. O el universo conspira. O qué se yo. Pero lo mismo que hace que las dos semanas pasadas fuesen para ir de cráneo, lo mismo que hace que me separen de mi niño favorito (aunque no se pueda decir que un niño sea tu favorito, cosas políticamente incorrectísimas), hacen que salga un sol estupendo, den ganas de comer en un banco al sol, salgan bien los juegos inventados, todo lo trabajado, y sobre todo, es lo que hace que estos días estén siendo especiales. ¡Y mañana ya será indescriptible!
Y una casa de cartón para poderte amar.
Y rápido quito el cielo de nubes negras.
Yo sueño con tu calor, no quiero despertar...