Lo había dejado. Pero esto de vivir en el bus urbano me ha hecho volver. Vuelvo a escuchar música por la calle, aunque sea la radio del móvil (no se qué vida llevó mi MP3). Y cada vez me gusta más, aunque la gente me mire raro cuando no puedo evitar mover alguna parte de mi cuerpo al ritmo. Cabeza, pie, manos, hombros, dedos, piernas, cadera, rodillas, todo a la vez... Además si escuchas canciones de las que te levantan el ánimo en un momento, que transmiten buen rollo sin más y además es un día de sol y frío como el de hoy, cualquiera entra a trabajar con una sonrisa!
Y si escuchas la misma canción al salir de casa, y volviendo once horas más tarde, la misma canción que te pone de buen humor, cuando ya estás a punto de cenar y ponerte el pijama, parece que has tenido un día redondo. Haya pasado lo que haya pasado.
Así que voy a dejar la canción que me ha alegrado el día, Billionaire. Espero que os alegre tanto como a mí. Y una foto de archivo, de un buen día soleado y con nubes preciosas!
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