martes, 18 de octubre de 2011

Volviendo a la Costa Brava


       Aprovechando que en Capturando momentos Rebe y Eva piden fotografías de viajes, hasta enero no tengo ninguno planeado, y no actualicé el Blog con  fotos de ninguno de mis viajes veraniegos, voy a retomar finales de julio y principios de agosto.

Lo bueno, es que hasta hice un diario de viaje. Lo malo que es larguísimo...

    Madrugamos un poquito para ponernos en marcha tempranito, y así poder llegar a Begur sobre la hora de comer. El inicio del viaje promete: cristal limpio, luz bonita, la mejor compañía imaginable y todo (bueno, más o menos) lo necesario para una semana de camping en la playa-montaña.






Empezamos con un paseo por la costa de Llafranc a Calella nada más despertarnos, y cuando empezó a hacer calor de verdad, nos dimos unos bañitos.








Nuestro destino vespertino fue Pals, allí vimos tiendas hasta de cascos!






Paseamos por sus calles medievales






Y vimos un atardecer precioso desde unos jardines en lo alto del pueblo.






Al día siguiente fuimos a la calita de Sa Tuna, al lado de Begur, ¡mi preferida de las vacaciones! Y eso sin contar que no llevábamos cangrejeras, y las piedras dolían un montón... 



      Nadamos juntos y buceamos hasta la cuevita de al alado de la cala, viendo todo el fondo y los pececillos.








      Por la tarde paseamos por Begur y subimos al castillo dando un bonito paseo en el que se nos fue haciendo de noche y desde arribota pudimos ver toda la costa iluminada.. 



     Al día siguiente probamos a tomar el sol y bañarnos en Aiguablava. Sigo alucinando con la transparencia del agua... y esos braquitos a lo lejos...







Por la tarde fuimos a la fiesta de la cerveza en la playa de Pals, y de camino había una luz preciosa...








      Tanto que estuvimos paseando por la playa y haciéndonos fotos antes de ir a la fiesta. El Poq mejora día a día con esto de las fotos, al final hasta le va a gustar, ¿o qué?










Al día siguiente tocaba seguir ruta hacia el norte, pasando por las ampurias.








Qué tarritos más monos hacían estos griegos y romanos...






Tras montar la tienda en Port de la selva, fuimos corriendo  aprovechar los últimos rayos de sol viendo sus casitas bancas





Y dedicamos un ratito a hacer el mono con el trípode y el mando a distancia antes de pasear.






Y durante el paseo el Poq se dejó retratar (que diría mi yayo) así de guapo.






Amaneció con Tramontana, es decir, un ventarrón impresionante, y además amenazando con lluvia así que pensamos (como la mayoría de turistas por la zona) que era el día apropiado para visitar FIgueres. Al teatro museo de Dalí, imprescindible.






Y por la tarde al castillo de San Ferrán, donde nos divertimos mucho con la audioguía del año de la Tana.








El último día antes de volver, fuimos por la mañana a Cap de Creus, y por poco no terminamos en Oz, con la ventolera que soplaba!







     Tras las vistas de acantilados, mar y más mar de colores increibles y barquitos, fuimos a intentar visitar Portlligat. Entrar a la casa de Dalí no entramos, que había cuatro días de espera, pero qué puertecito pesquero tan precioso.






     A comer y a pasar la tarde fuimos a Cadaqués. El casco histórico precioso, con sus calles blancas y sus pocos turistas.






La playa y el paseo marítimo ya era otra cosa, llena de gente hasta los topes, lo que no me gustó nada (visualizar carita triste) pero aun así me lo pasé en grande comiendo helado y encontrando tesoros a los que hacer fotos!









Y así terminamos, al día siguiente a recoger la tienda, a despedirnos de los sacos de dormir y a pensar en las siguientes vacaciones... que espero resumir aquí en breve!!










Saludos! :)





2 comentarios:

eva lago dijo...

Pues qué bien que te haya servido para sacar las fotos del disco!
Envidia de las tomas subacuáticas. Siempre me olvido de comprar una camarita para el agua!
Un besiño.

Anacleta Coqueta dijo...

Que bonitas fotos!

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