lunes, 9 de julio de 2012

27 de 52 partiendo hacia New Zealand

Hemos sobrevivido, que no es poco.

     Aunque la familia ya lo sabe, informo por aquí de que hemos llegado enteras a Auckland, estamos bien, ya hemos descansado y nos hemos puesto a patear e centro como locas. Pero por partes.

     Empecemos por el comienzo, tras 3 horas de bus a Barcelona y un cercanías hasta el aeropuerto, varias horas de espera antes de embarcar en el primer avión.


     Y ya empecé a hacer fotos, porque había tiempo y muy poca gente.



     Además empezamos a practicar cómo iba a ser el vivir en las antípodas, cabeza abajo. Y no se nos da mal, ¿No?



Anda, gira la cámara que esto no funciona...



     Las primeras seis horas hasta Dubai fueron muy divertidas, descubriendo todas las comodidades de Fly Emirates (juro que no me pagan por hacer publicidad, pero es que flipamos pepinillos desde el minuto uno, cuando nos dieron unos pañuelos húmedos y calentitos antes de despegar). Vimos los juegos del hambre (puedes elegir entre cientos de películas, series, música...) e intentamos dormir, y puede que lo consiguiésemos casi media hora.



     A la llegada no pudimos hacer otra cosa más que dormir en el aeropuerto de Dubai, unas 4 horas en total, escuchando a miles de personas (Salen muchísimos vuelos sobre las 3 de la mañana) carricoches que pitaban,  niños gritando, y demás nanas y arrullos, mientras manteníamos un ojo medio abierto y fijo e nuestras mochilas. Y esta es nuestra cara de buenos días...muy gráfica.


   Por la mañana ya subimos la avión de pasajeros más grande del mundo (eso nos dijo un futuro ingeniero aeronáutico) un A-380 que si pagas tiene hasta wifi, también de fly Emirates, y también con bebidas gratis a mansalva, menús ricos y variados, surtido de chocolatinas, kit de viaje con manta, cascos, almohada, cepillo de dientes, máscara y calcetines para andar por el avión y demás. Con parada en Sydney, y sin haber dormido casi, con trombos hasta en las orejas y hasta las narices de aviones. Pero ya en NZ, declarando hasta la suela de las botas que pueden llevar barro o semillas que pueden dañar el ecosistema Neozelandés.



    Y como es de imaginar, en cuanto llegamos, fuimos al hostel, nos acostamos sobre las 6 de a tarde, y amanecimos 15 horas más tarde, porque dejábamos entonces la habitación, y como nuevas. (he empezado desde el jueves, y ya estamos en el domingo).


    El domingo lo pasamos organizando nuestro cuarto y pateando el centro, recolectando cientos de folletos (mi padre estará súper orgulloso de lo informadísima que estoy) y situando cosas importantes como tiendas bonitas, restaurantes baratos, la academia de inglés y demás.



     Hoy ha sido nuestro primer día de clase, hemos conocido a nuestras compañeras de piso, Amelie (francesa) y Mariko (japonesa). No hay más que asiáticos, y aun no distingo los koreanos, de los chinos o los japoneses, es mil veces más dificil que aprender inglés. Y eso lo saben hasta los chinos. Llevan todos unos diccionarios que son como mini portátiles, como una calculadora de palabras, qué tecnológicos que son. Pero esto ya será para otro post.




     De momento la foto de la semana pasada del vuelo, que envío desde el futuro. Porque allí os estáis levantando de martes, y nosotras ya estamos casi durmiendo por la noche de ese mismo martes. Así que feliz semana, y que seáis tan felices en un futuro como desde aquí lo somos nosotras.









2 comentarios:

en las nubes dijo...

Disfruuuuuuuuuuuuta!!! :)

reina.momo dijo...

Qué vida! Jajaja les sienta bien estar cabeza abajo :D saludos y lindo blog!

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