Lo bueno de la niebla es que el sábado nos despertamos en un motel, que parecíamos en medio del señor de los anillos, todo verde y niebla.
Por la mañana fuimos a las Waitomo caves, a ver Glow worms, o gusanillos que brillan en la oscuridad. Parecía una atracción de Eurodisney, o el avión de los Emirates.
Nos pasearon, subieron a una barca y dejaron hacer fotos, pero sin tiempo para poner el trípode, lo cual significa que las fotos son una cacota. Luego dimos un paseo y fuimos a comer a un sitio típico, en el que probamos patatas fritas de boniato o algo así, demasiado dulces y densas para el cuerpo.
Por la tarde directos a las Huka falls, pero no a la actividad que nos vendían, sino a la que nos gustaba a nosotras y a la que nos siguió todo el grupo (menudo poder de convocatoria…)
el paseo desde las cascadas hasta más allá de las piscinas de agua caliente, que estaban todos como cangrejos de rojos.
y por la noche a ver el lago
El domingo por la mañana fuimos directos a Rotorua, a verlo desde la furgoneta, porque no paraba de llover. Tanto que le tuve que fabricar a la pobre Cloe un chubasquero con una bolsa de plástico y una goma para el pelo…pobretica.
Así que fuimos a ver los lagos verde y azul… pero como el cielo estaba gris, eran los dos exactamente igual de grises.
Y luego al Redwood forest, un bosque muy bonito, con árboles rojizos y blanditos, y helechos del tamaño de palmeras.
Tras un mini paseo, fuimos a Te Puia, para ver los geiseres y el agua hirviendo surgiendo de la roca.
Y también el espectáculo Maorí, una pasada. Daban un poco de miedito, la verdad. (En esta foto n, que era una canción de amor)
Y más o menos así termino el finde, pero no me voy sin dejar la foto de la semana (si, la anterior, que voy con retraso porque no hay tiempo en el ordenador!!)
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